lunes, 21 de octubre de 2013

Capítulo uno- Piquito de oro

Mis más sinceras disculpas, se que llego tarde y que los temas de educación ya no están tan en el candelero como la semana pasada.
¿Hablamos del informe PISA para adultos? (con el qué no estoy para nada de acuerdo) ¿Y del reciente cambio de ley?...
¡No, hombre no!
Hablemos mejor de programas tan celebres como "¿Quién quiere casarse con mi hijo?", "Mujeres Hombres y viceversa",  "Sálvame" con su versión Deluxe y un largo etcétera de programas similares.
El español medio está dotado del la llamada memoria selectiva, una asombrosa capacidad para borrar todo eso que consideramos importante y centrarnos en el gol de Iniesta en el mundial, la relxing cup de café con leche, y si la Duquesa de turno tiene un nuevo novio. Nos importa más que una alcaldesa diga unas gloriosas palabras, bien recibidas por cómicos, niños y eslogans publicitarios, que encontrar la causa de este histórico discurso, que por si no lo sabéis, mis queridos lectores (si estáis por ahí), algún que otro problema de España se solucionaría con una propuesta educativa seria, futurista y que aporte rigurosidad a la realidad de nuestro país.
Tú, si tú, glorioso Bachiller, ilustrado universitario pleno de conocimientos, electricista, ama de casa, panadero, mírate el ombligo y contéstate a una simple pregunta, ¿Lo harías mejor que la Sra. Botella?
Nuestro nivel de idiomas, lamento mucho informarles, es lamentable, rídiculo, rozando lo irrisorio, pero ¿QUÉ MÁS DA? Viva la farándula, viva los programas del cotilleo y del corazón... Señores, deberíamos cambiar esto de una vez por todas, somos el hazmereir de más de media Europa, y esto no viene de ahora. Somos la herencia de unas geniales traducciones, de unos brillantes dobladores de voz, que, sinceramente, flaco favor nos han hecho.
Actualmente en los colegios españoles, nuestros niños y niñas, vienen estudiando inglés desde Educación Infantil. Si, han leído bien, desde que tienen tres añitos, y casí no saben hablar castellano, entonces ¿Qué pasa? ¿Porqué aun no somos capaces de igualar a otros países?
 Muy sencillo, LAS DICHOSAS VERSIONES ORIGINALES. Un niño que se pasa viendo la televisión (en castellano), hablando con sus padres, amigos, familia (en castellano también) no va a avanzar con el idioma. Dos horas, tres, cuatro o cinco a la semana se me antojan más que pocas para el dominio de una lengua.
¿Queréis que hable por experiencia propia? Hace varios años me presenté en Londres, con mi título de profesor y mi diploma de la escuela de idiomas debajo del brazo y dispuesto a comerme el mundo. "Eh, que tengo una cierta base de inglés" (pensaba para mis adentros) pues bien, todo esto cambió cuando en Victoria Station acabé vo-ca-li-zan-do y medio gritando  por una Oyster Card.
¿Qué quiero decir con esto? No es lo mismo la pronunciación de mi profesor de inglés del colegio, acento British-Albacete que el de un inglés de verdad, y eso, para mi como se soluciona es con un menú variado y equilibrado de VERSIONES ORIGINALES. Películas y series. Una tras otra.
Y ya por último, para acabar de apalizar al modelo de aprendizaje de Inglés. Por favor, ¿no se dan cuenta  qué después de todos los años de experiencia que llevamos con esta materia el modelo educativo no funciona? Algo habrá que cambiar, basta de gramática aburrida e insipida capaz de dormir a cualquiera. Basta de casettes con ruido de fondo inaudibles. Busquemos nuevos métodos. Busquemos nuevas soluciones como podrían ser los "Synthetics Phonics", destacando dentro de ellos el renombrado "Jolly Phonics" (de los que sé personalmente que se puede extraer mucho para enriquecer una clase de inglés y ya de paso a los alumnos)
Debemos innovar, cambiar, evolucionar en nuestros sistemas de enseñanza para poder seguir el ritmo de una sociedad que está en continuo movimiento y de esta forma, poder adaptar la educación de nuestros niños a las demandas sociales.

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